miércoles, 6 de mayo de 2009

LAS DOS VIAS DE ADQUIRIR DERECHO A LA NACIONALIDAD

Jus Sanguini y Jus Solis. El significado de ambos conceptos lo es, respectivamente, Derecho de Sangre y Derecho de Suelo. Así, Jus Sanguini es el derecho de una persona tener la nacionalidad de un Estado por el hecho de ser hijo de padres ciudadanos de dicho país; mientras Jus Solis es el derecho de una persona considerarse nacional de un Estado por el hecho de haber nacido en el suelo de dicho país. Ambas vías de adquirir derecho a la nacionalidad dominicana están consagradas en nuestra Constitución. De las dos, existe una controversial, me refiero por supuesto a la referente al Derecho de Suelo, por la situación especial que nos ha traído en lo concerniente a la nacionalidad de los hijos de extranjeros ilegales nacidos en nuestro territorio, mas específicamente, extranjeros haitianos. La historia es larga y conocida por todos. Hemos sido ¿llevados a los tribunales internacionales, acusados de racistas, xenófobos, anti-haitianos, violadores de los derechos humanos. Todo por la Constitución no ser mas específica después de tantas modificaciones. Es en este momento de la vida nacional que por fín los legisladores se han empantalonado para definir quién es dominicano y quién no lo es, colando el café mas claro en la reforma constitucional. ¿Cuál es la forma correcta de hacerlo? ¿será suprimiendo el Jus Solis (derecho de suelo? de manera definitiva? ¿será prohibiendo la nacionalización de hijos de extranjeros ilegales? A mi parecer, la supresión del Jus Solis es la forma mas correcta, el mal menor si se quiere. No debemos pasar por alto que de permitir el Jus Solis estaríamos abriendo una puerta nueva de reclamos ante organismos internacionales por asuntos de derechos humanos contra extranjeros ilegales, y cuando la Constitución choca con la regla internacional, es la segunda que debe prevalecer sobre la primera. No significa que de ser permitido el Derecho de Suelo con excepción de los hijos de extranjeros ilegales se estarían violando los derechos humanos, pero existe una brecha para que así lo interpreten los que se consideren afectados y los tribunales encargados de aplicar justicia en dicha materia. Y lo que queremos es una solución definitiva, y el momento es ahora.

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